Metapedagogía. La Escuela, ¿Sin Pedagogía?
Córdoba: Comunicarte Ediciones.
Este texto, interesante y profunda
reflexión sobre la Pedagogía, discute la necesidad de articular un saber que
verse sobre la Pedagogía desde un nivel teórico práctico y un nivel
propositivo, para lo cual, haciendo una exhaustiva discusión y aclaración de
cada término del que se vale para llevar a cabo dicha discusión, revisa las
disciplinas que pudieran ayudar a hacerla, tales como la metalingüística, la
metalógica, la metafísica, la metapsicología, entre otras, volviendo
permanentemente al intento de construir una Pedagogía cuyo objeto de estudio
sean las relaciones sociales concretas que se establecen en las instituciones,
y una Metapedagogía que sea una reflexión pedagógica sobre la Pedagogía.. Con
un enfoque dialéctico, de negación de la negación como camino para resignificar
cosas ya dichas y deconstruirlas para reconstruir otras, el autor discute la
relación entre Metapedagogía y la Metapsicología, la Metalógica y la
Metafísica, siendo la primera a la cual se aboca en mayor profundidad. El autor
repasa cuestiones relativas a las anteriores disciplinas haciendo un cruce con
la pedagogía, resignificando conceptos que le podrían ayudar a reflexionar
sobre sí misma. En ello, va discutiendo conceptos de los que se valdrá a lo
largo del análisis como insumos teóricos: la dialéctica, el concepto de ser en
tanto devenir, la trascendencia, las disposiciones de los sujetos, los
dispositivos institucionales, todo lo cual es un antecedente para comprender las
relaciones sociales concretas que se establecen en las instituciones, cuestión
que él ha definido que debiera ser el objeto de estudio de la pedagogía. Así,
discute que las disposiciones de los sujetos son una cuestión fundamental para
el cambio institucional, que éstas son resultado de dispositivos pedagógicos
institucionales, que el desafío es formar disposiciones para proyectos que
impliquen crecimiento, entre otras preocupaciones. Se adentra luego en una
discusión relacionando metapsicología y metapedagogía, estrechando la relación
desde el psicoanálisis, como posibilidad de generar disposiciones que permitan
superar la resistencia al cambio que generan los dispositivos pedagógicos. En
este sentido, el mayor logro de la Metapedagogía sería que los sujetos pudieran
quedar sujetados a los proyectos de realización de sus deseos, en un enfoque
emancipador.
Profundiza aún más en la discusión
relacionando pensamiento psicoanalítico y pensamiento dialéctico, desde lo cual
recorre los conceptos de denegación, dialéctica y su nivel simbólico, la
resistencia al cambio de los sujetos como un temor al crecer, en tanto aprender
implica dejar lo conocido para enfrentarse a una incertidumbre para la cual no
todos los sujetos están preparados, cuestión que lo hace volver al tema de las
disposiciones generadas por los dispositivos institucionales. Lo anterior lo
hace volver a discutir la necesidad de no quedarse en la simple negación, sino
de volver a negarla, lo que relaciona con lo reprimido del subconsciente como
una cuestión que necesita recuperarse para, a partir de ahí, transformarlo.
Ello lo conduce a discutir el concepto de sublimación –como capacidad para
transformar la energía-, de trabajo –distinguiendo aquí trabajo creativo de
empleo-, y de identidad, en tanto una adecuada relación consigo mismo es
requerimiento de la sublimación. El autor discute además la importancia de
definir un espacio propio de la pedagogía –lo que él llama demarcación
topológica-, con significantes propios, que le confieran una identidad. Luego
continúa con la noción de proyecto, en tanto configuración como lugar simbólico
de las instituciones. Considerando que el sujeto produce a las instituciones a
la vez que es producido por ellas, deriva en la discusión de entender el
proyecto como metáfora pedagógica. Discutiendo la categoría de proyecto como
posibilidad de proceso continuo en el que interactúan las prácticas y las
teorías, el autor propone superar la lógica instrumental de las instituciones y
preocuparse por los problemas de sentido y del significado para sus actores, de
manera de proyectarse, aceptar la incertidumbre, estructurar las disposiciones
de tal forma que permitan construir nuevas formas de relacionar los componentes
de la totalidad institucional. Continúa con una discusión del concepto de
autonomía como un reconocimiento de estar siempre mediados dialécticamente por
otros discursos. El concepto de autonomía se traduce en una cuestión clave para
construir una identidad, cuestión que el autor habla desde los sujetos pero que
sugiere también a la Pedagogía como disciplina que ha de diferenciarse de
otras. Una vez más, el autor parece estar refiriéndose a dos planos, el de los
sujetos y el de la teoría. El autor culmina la discusión señalando que la
noción de procesos transferenciales es una cuestión fundamental en el
desarrollo de proyectos, ya sean institucionales o colectivos, y que requieren,
para su comprensión, de todas las nociones discutidas a lo largo del libro.
Termina señalando, ya todos los conceptos discutidos y resignificados, que los
dispositivos de una institución deben operar positivamente, promoviendo la
creatividad, de manera que los sujetos superen el sentimiento de desprotección
y desamparo que lo nuevo y desconocido produce en ellos, pero que es
propio de un proyecto que se asume desde la autonomía y la diferenciación. Así,
destaca que los fenómenos transferenciales circulan, y sólo si nos sostenemos
en ellos y operamos desde allí, lograremos que el saber circule.
Priscilla Echeverría de la I. Profesora de
Inglés Magíster © en Educación Docente de Formación Docente Inicial Universidad
Alberto Hurtado Chile
Fuente: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3158986.pdf
http://www.umce.cl/~dialogos/n18_2009/Echeverria.swf REVISTA ELECTRÓNICA DIÁLOGOS EDUCATIVOS. AÑO 9, N° 18, 2009 ISSN 0718-1310 163 Germán, Gregorio. (2008).